lunes, 20 de julio de 2009

Sus cuatro pilares

Según datos proporcionados por la Organización Panamericana de la Salud en su Guía sobre Cuidados Paliativos, éstos se rigen bajo cuatro pilares que en conjunto lograr generar la mejor situación para el paciente y su familia:

1. Buen control del dolor y otros síntomas
2. Buena comunicación
3. Apoyo psicosocial
4. Trabajo en equipo

Control de Síntomas

El paciente que se encuentra recibiendo Cuidados Paliativos, se halla padeciendo una enfermedad en la que, en la mayoría de los casos, no tiene posibilidades de acceder a tratamientos curativos que reviertan dicha situación en forma total. Lo que se proponen este tipo de cuidados es asegurar la mayor calidad de vida, por lo cual se considera que es prioridad el control de los síntomas.
Diagnosticar a un paciente con una enfermedad terminal sería adjudicarle un tiempo de vida que puede ser erróneo o que puede provocar daños muy grandes a nivel emocional.
Sin conocer los tiempos de vida, es importante evaluar los resultados que pueden tener ciertas decisiones en lo que respecta al camino que debe recorrer el paciente. Con esto nos referimos a priorizar la calidad de vida por sobre la cantidad – refiriéndonos al tiempo – del enfermo. La clave se centra en no someter al paciente a exámenes o tratamientos que puedan alterar su estado físico y mental, siendo agresivos o inoportunos para los fines buscados.
El Equipo interdisciplinario debe indicar un tratamiento rápido para aquellos síntomas potencialmente reversibles y que apunte a mejorar la calidad de vida del enfermo.

La Comunicación


Como segunda pauta, los Cuidados Paliativos se basan en una buena comunicación, priorizando que el paciente conozca, si así lo desea, la nueva realidad que está atravesando. En estas situaciones de crisis es parte de una buena comunicación es saber qué desea el escuchar el otro y de qué forma puede afectarle en su proceso. No siempre el paciente está preparado para saber la verdad de su diagnóstico y es esencial poder respetar dicha situación.
Se pretende que tanto el paciente como su familia tengan la posibilidad de conocer el diagnóstico y el pronóstico, factores importantes para afrontar la terapia. La familia es un elemento significativo, contenedor y de gran importancia para el paciente, por lo que es elemental su adecuación a la circunstancias.
Sin embargo, esto no es una tarea sencilla, debido a que estamos insertos en una sociedad en donde es un común ocultarle al paciente la verdad de lo que está transitando, considerando que el diagnóstico real puede afectarlo en forma psíquica y emocional, repercutiendo esto en lo físico.
Cuando pensamos en comunicación lo hacemos desde el sentido de crear una relación con el otro, no como el mero hecho de informar sobre el diagnóstico, sino que propicie el vínculo interpersonal con el enfermo.

Apoyo psicosocial


Cuado estamos transitando por los Cuidados Paliativos sabemos que nos encontramos frente a una situación de dolor, angustia e incertidumbre. De esto es conciente, -al menos en la mayoría de los casos-, tanto el paciente como su familia. No es fácil seguir la realización de un tratamiento con todos los síntomas físicos, psicológicos, espirituales y sociales que conllevan la enfermedad. Tampoco lo es para una familia que sabe que va a perder a un ser querido.
Esta etapa se caracteriza por cuestiones encontradas como transitar lo mejor posible los últimos momentos, conservando la calidad y el espíritu de vida, en conjunto con un inicio del duelo.
El apoyo psicosocial es tanto para el paciente como para la familia. Es importante entender que la muerte de un familiar cercano genera una desestructuración en la familia, y la reestructuración de la misma es una tarea que debe llevar a cabo el núcleo familiar, para lograr que cada uno tome nuevamente su lugar, y entender, en adelante, cuál será su rol dentro del esquema.
La familia inicia un duelo anticipatorio donde paulatinamente se va aceptando la nueva realidad y se va preparando para la separación y la pérdida definitiva.
Asimismo, esto repercute en el paciente, que va perdiendo naturalmente su independencia y siente que pierde el control sobre sí mismo, lo que genera un sentido de impotencia.
Es fundamental ayudar al paciente a conservar y valorar los logros obtenidos antes en su vida, como forma de mantener su autoestima.

Trabajo en equipo

Como lo define la OMS, la práctica de los Cuidados Paliativos consisten en un trabajo de asistencia activa y total de los pacientes y de sus familias por un equipo multiprofesional, constituido por profesionales médicos y no médicos, de distintas áreas que en conjunto le otorgan al paciente un cuidado intensivo y completo, abarcando distintos aspectos de la enfermedad, desde lo físico, psíquico y social.
Los Cuidados Paliativos funcionan en conjunto, tanto pensando desde el equipo interdisciplinario como del trabajo que hay que realizar en el entorno familiar: los pacientes, sus familias y su entorno afectivo son una unidad muy importante dentro del tratamiento.
Un adecuado abordaje del paciente se realiza con médicos, enfermeros y voluntarios. Además son importantes psicólogos, terapeutas ocupacionales, kinesiólogos, y otros agentes de salud. Si bien cada uno aporta desde su campo, y con intervenciones individuales indispensables, sus contribuciones son parte de un núcleo mayor que es el tratamiento. Por ello es importante obtener un lenguaje compartido y donde puedan convivir las diferentes acepciones: la médica, la psicológica, la del trabajo social, etc.

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